Reducir el riesgo para sus empleados, contratistas y clientes es fundamental para mantener activa la producción durante el brote de un virus. Una falla en la prevención podría resultar perjudicial para el negocio, además de que la marca perdería prestigio y productividad, y hasta podría ser fatal.
Una adecuada limpieza y saneamiento, son fundamentales a la hora de prevenir y controlar brotes de enfermedades infecciosas. En cada superficie que se desea higienizar se deben seguir procedimientos estandarizados, utilizando solo productos recomendados. Se debe prestar especial atención a la higiene de manos así como a las superficies más utilizadas, para evitar contaminación cruzada.

